Eka Acosta nació en Paris en 1970 y se crió en Buenos Aires. Luego de haber trabajado en diseño y decoración en Argentina y Paraguay, decide dedicarse exclusivamente al arte y emprende sus estudios en Europa. Su viaje lo lleva hasta Estocolmo, donde reside desde 1998. Su pasión por la escultura lo inicia entonces a trabajar y experimentar con mallas de alambre de diferentes tipos, lo cual ha llegado a ser su material principal. Tal vez el secreto de sus éxitos en Europa se deba a su sutil observación de la fauna, su paciencia y habilidad, para no mencionar su experiencia de labrar el alambre. Eka tiene un talento único al lograr cautivar los movimientos de los animales. Sus esculturas son elegantes, puras y muestran con excelencia las conductas únicas de los animales y sus diferentes características.